miércoles, 1 de abril de 2015

Pedacitos de ti.

Pedacitos de ti.

He puesto un plástico debajo de dónde decidí matar tu recuerdo, no me gusta salpicar de tristezas el suelo gris de esta tragedia.

Agárrate las manos, vamos a matarte lento para que te quede claro. Te odio.

Cortaremos, primeramente, tus labios grandes,que ahora que les presto atención parecen ser ya unos labios viejos y usados, por lo visto te has divertido sin mí.
Si, primero los labios.

Suena a que le duele a tu recuerdo, pero no te alteres, vamos calentando.

Continuaremos con un poco de esos pies que te permitieron marcharte y te cortaré el tendón de Aquiles con mi exacto oxidado para que no puedas huir, ni siquiera a morirte en otro lado. Listo.

Suena a que le duele a tu recuerdo, pero no te alteres, vamos avanzando.

Procederé entonces a cortar cada hueco de tí, detrás de las rodillas,la comisuras de tus labios, cada uno de los dobleces de tus dedos, por atrás del codo, en la nuca y sus costados, tu cintura, tus muñecas. 

Suena a que le duele a tu recuerdo, pero no te alteres, vamos terminando. 

Para rematarte, dejaré un poquito para que sufras y cuando me haya cansado de tus gritos entonces sí, te quitaré algo que me robaste y guardaste muy bien en tu pecho, espera, ¿donde dejé mi cuchillo?, Ah! Sí, aquí junto a la carta que nunca escribiste. 
Bueno, un gustazo conocerte. 

 (Toma el cuchillo, le abre el pecho, rompe algunos huesos y le saca el corazón)

Que bueno que puse el plástico, este recuerdo aun tenía algunas gotas de tristeza que derramar.

Pero no te alteres, ya lo maté.