Sobre ser la
“amiguita”.
Espero que nunca
te encuentres en este caso.
El ente conocido
como la amiguita es ese ser extraño e incómodo que es
amiga/compañera/colega de tu novio. Pero no vengo a hablar sobre ser la novia y
lidiar con las “amiguitas” de tu vato, no, además creo que nunca he tenido que
lidiar con alguna, siéndoles sincera no he tenido las suficientes relaciones
(lo pongo en plural para no sonar tan santurrona) para poder llegar a tener
algún problema así de grave.
No, yo no soy la
novia celosa, yo siempre soy esa “amiguita”.
Nunca he sabido
a ciencia cierta a que se deba, supongo que tiene algo que ver la cantidad
grosera de amigos hombres que tengo, digo si no tienes amigos pues resulta
difícil interrumpir una relación (al menos que sean lesbianas, pero aún no
estoy muy adentrada en las relaciones homosexuales para poder opinar). Jamás ha
sido mi intención incomodar, bueno sí, algunas veces lo he hecho con toda alevosía
y ventaja, porque pues no soy la madre Teresa de Calcuta ni mucho menos y
porque algunas “novias” me han caído realmente mal.
Pero nunca ha
sido con mala fe, lo prometo.
Debe ser también
por mi forma de ser, por mi personalidad un poco asfixiante o controladora,
celosa, posesiva, ya saben, lo normal.
Por mucho tiempo
no entendí el odio “irracional” de las novias de mis amigos hasta que lo puse
en perspectiva… ¿qué haría si mi novio tuviera una amiga como yo?.
Me explotó el
cerebro, no se trataba de si me conocían o no, se trataba de lo que yo hacía o
dejaba de hacer y la manera en que ellas lo veía. Yo no dejaría que mi novio
tuviera una amiga que hiciera lo que ellas piensan que yo hago. Es más, yo
misma le hubiera hecho dejar de hablarle y la hubiera borrado de FB, hasta
alguna vez le hubiera dado un ultimátum de “¿ella o yo?”.
Tenían razón, yo
no quisiera una “amiguita” que le escribiera, o que le mandara what’sapp para
saber si ya llegó a su casa y no murió en el camino, tampoco quisiera que lo
felicitara en su cumpleaños o que se fuera de viaje con él y otros amigos, no quisiera
que él recurriera a ella siempre que nos peleáramos o que el primer lugar que
fuera a visitar fuera su casa cuando algo malo pasaba, ¿quién demonios se
creería esta mujer?, además ella siempre lo abraza y no dudo que lo bese u otras cosas.
Yo me hubiera
vuelto paranoica, stalker profesional, acosadora… una pinche vieja loca en
pocas palabras.
Ellas tienen
razón. No soy el mejor ejemplo de amiga y eso lo entiendo.
Pero… hay cosas
que ellas no saben, por ejemplo:
Para empezar yo no estoy
enamorada de sus novios ni quiero nada con ellos, si fuera así en todo caso
no serían mis amigos. Ellas tampoco saben que ellos van y me preguntan cosas a mí
porque… en realidad no sé porque me preguntan sobre relaciones, ¡vamos!, seamos
honestos, con mi amplia experiencia en “relaciones largas y exitosas” no podría
escribir ni el prólogo del libro que planeo.
Creo que a veces
necesitan que alguien los regañe, no alguien que se las haga de pedo (aunque
para eso también soy buena) o alguien que los escuche quejarse de ellas, jajajaja
eso tampoco lo saben, de 10 conversaciones con mis amigos el 9.9 son sobre sus
novias.
¿Y qué hago yo
cuando alguno la caga?
Lo regaño, soy
su conciencia, soy la que esta jode y jode que no sean pendejos, que no sean
infieles, que no anden de cabrones, soy la que le abre la puerta a la 1am para
decirles que son unos estúpidos y que vayan a arreglar las cosas con ellas. Soy
casi casi su mamá.
Les doy medicina
cuando están enfermos, les hago interrogatorios interminables sobre personas
que no quiero en sus vidas, los aliento a ser mejores, ¡para ellas!, les ayudo
a comprar sus regalos de aniversario o me quemo las manos haciéndoles
portarretratos un 14 de febrero y si su pregunta es si al final del día me pesa
que no me quieran, la respuesta es NO.
Hasta le he
agarrado sabor, ya no me molesta que me borren de FB, que me bloqueen, que los
amenacen para que me dejen de hablar.
Tuve un amigo
que no me habló como 7 meses porque su novia me odiaba (para serles sinceros,
ella sí me caía mal, pero igual nunca le tiraba mierda, porque él estaba súper
enamorado), supongo que ella se sentía muy bien, porque pensó que había ganado.
Ella no sabía que cada vez que pasaba algo él me hablaba a las 3am para
contármelo, y ¿qué hacía yo? escuchar
pacientemente, decirle “no la cagues”, “arregla las cosas”, preguntarle que si
la quería y decirle que si era así, que todos los problemas del mundo se podían
resolver.
Hubo otras
muchas cosas que hicieron algunas novias, como contestar el teléfono de ellos, mandar
mensajes, como amenazarme, una lista interminables de comentarios lascivos,
etc.
Nunca ha sido
una competencia, entiendan, siempre estaré en desventaja por el simple hecho de
que a ustedes las aman (no en todos los casos), y no planeo competir con nadie,
aunque esté en mi naturaleza querer ganar. No es una competencia. Porque
ustedes ya ganaron.
No puedo
juzgarlas, no están tan locas como aparentan ni yo soy tan mala como creen,
aunque haya habido muchas oportunidades de portarme realmente mal , eso de
andar de p*** simplemente no se me da, o dio o dará o … (no sé en qué tiempo
conjugar este verbo) y tal vez esto no cambie nada de lo que pasa, tal vez
simplemente sea que ya era tiempo de dar mi versión, de poder defenderme, de
que sepan que el más grande secreto que oculto es que soy la promotora #1 de
sus relaciones, de que las quieran y ustedes a ellos, de que sean buenos
hombres, responsables, fieles, honestos. Digo, no he conseguido demasiado, pero
aun no me rindo, porque sé que en el fondo lo son, solo hace falta un pequeño
empujón.
Ya no sé enojen,
al final lo único que lograrán es que tenga que guardar silencio cuando le
marcan por teléfono o volverme “Fernando” para que no haya problema, ser
omitida de las listas de amigos que supuestamente asistirá o que me guarden
como “Mecánico Roberto”.
Yo me porto
bien, y ustedes hagan lo mismo.
Fernanda
La
amiguita