Hubieras llegado a los 19.
Hubieras llegado cuando tenia 19, no, no, a los 20... bueno, 22, mmmm yo creo que que hasta los 23.
Si hubieras llegado en esos años me hubiera enamorado de ti. Estoy casi segura, hasta te hubiera creído cuando me dices que me amas, cuando me agarras la mano y dices que intentemos algo juntos. Incluso si no me hubiera enamorado de ti me hubiera convencido a mi misma que el quererte es una buena idea, que combinas con las cosas que quiero, hasta con mis amigos, que sería divertido ser más. Hubiéramos andado. Y mi mamá se hubiera enojado mucho.
En verdad.
Le doy gracias a Dios que vienes con esas cosas a mis 26, no porque ahora sea una mantis de sabiduría y tenga alineados los chacras (ni de pedo) No.
Es que vienes después de Voldemort que regresó a decirme que me quería y luego volvió con su ex, esa que me juro que ya no quería, vienes después de Satanás y su mitomanía y su forma tan voraz de hacerme sentir culpable por cosas que él ocasionó, vienes después de Hades que incluso con la mierda hasta el cuello andaba de cabrón con todas, vienes después que el vato pedófilo me dijera que solo quiere sexo cuando primero me dijo que me quería mucho, que era yo el cielo,el mar y la tierra o después del ese tipo que SI se preocupaba por mi y me presionó para decirle lo que sentía con todo mi corazón para poder decirme “es que no sé qué quiero” y luego desapareciera.
Vienes después que ya ni siento nada, que dejé de andar con mamadas de buscar al “one and only” después de que ya no creo nada de lo que dicen. Nadie.
No es que no quiera quererte, es que verás, ese cuento ya me lo sé, ese donde yo digo “chinguesumadre, éster vato es decente” y luego resulta que se vio con una “Luz” cuando andaba con sus amigos. No es que yo sea una cosa sin sentimientos, es que ya me los reservo, para mi solita, me los aguanto mordiéndome los dientes cuando alguien está cerca, cuando me despiertan con un “Bonito día linda” me los aguanto como la vieja culera y desgraciada que piensan que soy. Y muy a lo Taylor Swift “ve en que me he convertido”.
Lamento que llegues a los 26, pero si hubieras llegado antes probablemente estarías enterrado con apodo de catástrofe en las hojas de mis memorias. Y ahora te ahorraré el disgusto y a mi otro demonio.