martes, 24 de octubre de 2023

Suma inapropiada.

Necesidad.-Impulso humano o motivación dirigido a satisfacer una carencia de naturaleza variable.

Yo lo había descrito alguna vez como la gravedad misma, que me jala irremediablemente a su centro. Que entre más cerca de él estaba era más mi impulso de meterme en sus entrañas y vivir en él. Así lo sentí. Pero no soy la luna ni el mundo. 

Estaba contrariada limpiándome las lágrimas de los ojos mientras repetía en mi cabeza su última frase “Entonces me empiezo a distanciar, verdad?” 

-Si, es lo mejor. 

-Ok, nos vemos

Me dio un abrazo rápido y se fue. Llevaba casi toda la mañana acostada en el lado izquierdo de mi cama hasta que él me dijo que fuera hacía su lado, extendió su brazo y me acurruqué. Ambos sabíamos que era el fin. No de nosotros pero si de esta era difusa donde habíamos borrado los límites y nos metimos uno con el otro hasta puntos difíciles de distinguir. 

-Te quiero y no quiero perderte. No puedo con más pérdidas este año. Y solo me he sostenido de ti pero ya no puedo, estás en todas partes y este cariño se está volviendo inapropiado. Es lo mejor para ti, para mi, para todos. 

El estaba con los ojos cerrados y una camisa de papá de domingos. Escuchaba su respiración y me acercaba a su pecho. 

-Esto que estamos haciendo tampoco es muy de “amigos”. 

-Me quedan 40 minutos de ser inapropiados y después te irás. 

Creo que nunca había llorado en su pecho. Pocas veces me había visto llorar y pocas veces había sido yo también quien limpiara sus lágrimas. No era propio de ambos mostrarnos frágiles y vulnerables. 

Jamás me enamoré de él. Siempre se lo dije. Sabía que era un amor que no me tocaba. Amarlo seria como ir a 300km/hr y estrellarme contra un muro. Sabía que no saldría ilesa de ese golpe y que sería terrible dejar de quererlo. 

-¿Sabes quien es mi mejor amigo? 

-Si,Ele. 

Me sorprendió que supiera, aveces ignoraba las cosas importantes y prestaba atención a los pequeños detalles. 

- Asi es, y ¿sabes por qué? 

-Porque siempre han sido solo amigos.

- Asi es, ni un beso, ni un gesto inapropiado, nada. 

-¿Por qué no podemos ser así? 

-No lo sé, tú dímelo.

-No lo sé.

Ambos mentíamos. Si lo sabíamos. Había veces que en la platica se quedaba un hueco vacío, uno que debía llenar con un beso, con su mirada de ven, con mis labios mordiéndose, pero no lo hacíamos. No estaba loca, él también lo sentía. Pero nunca seríamos suficientemente valientes para admitirlo. 

La diferencia era clara, yo quería a Ele y si, es mi mejor amigo pero a él lo quería más y diferente. Se sentía como una llama que me ardía en la garganta, como una condescendencia inexplicable a sus cambios abruptos de humor combinados con miles de botellas de wiskey que habíamos bebido. La amnesia y la mala intención existía y siempre era justificada y enterrada en la resaca. El alcohol siempre fue un pretexto pero lo cierto es que yo lo quería en mis cinco sentidos, quería olerlo y tocarlo siempre. Me atraía como la gravedad y yo me rehusaba a ser la luna y él mi mundo. Está ocupado enamorado de alguien más y yo tenía el corazón aún roto. No puedes construir en los escombros ni amar en la oscuridad, sabía que se pasaría, que el tiempo y la distancia nos volvería a alinear en el camino correcto, donde no hay reclamos de personas falsas, ni peleas de 4:20 am, donde me pregunta porque soy así, porque él es así. ¿Por qué no podemos ser únicamente amigos como lo hemos sido todo este tiempo? 

Esa era una mentira también, como enferma de negación, había bloqueado esos recuerdos donde cruzamos la línea, una vez, dos veces, seis veces. Lo “enterré” y decidí ignorarlo. Y hoy había florecido en la misma tierra que le juré muerte. Venían a salir brotes con las lágrimas que los regué. 

Inapropiada manera de darse cuenta que todo este tiempo, 1+ 1 siempre fueron dos.