Siempre he tenido muy claro porque te amé.
No soy tonta, lo sabes y lo sé; y tú no eras exactamente un
adonis, lo sabes y lo sé; pero eras tan jodidamente bueno que, bueno, era
imposible no quererte, te esforzabas tanto, y yo pensaba “Dios, no me merezco a
este hombre”, luego entendí que ser bueno no significa ser valiente y yo necesitaba
a alguien que lo fuera, que fuera tan valiente como para romperme el corazón
estando consciente de ello y tú, amor, no eres de esos tipos.
A veces se necesita a alguien más fuerte que nosotros y en
ocasiones necesitamos a alguien más débil para fortalecerlos, yo me había
cansado de hacerte fuerte, yo quería que tú lo fueras por sí mismo, necesitaba
alguien que me sostuvieras cuando me cayera y en ese momento sabía que caería y
que tú me ayudarías a levantarme pero jamás evitarías que cayera. Te amé como
nadie ha amado a alguien, te amé tanto que a pesar que ya no te ame aun te
escribo, soy frágil en cuanto a los recuerdos se trata, te guardo en mi cajón y
lo abro de vez en cuando sobre cuando necesito inspirarme.
Juro que te amé hasta
volverme loca, y que ahora me vuelvo loca porque no te amo más.
Te amé, y te dejé de amar, casi al mismo tiempo, pero lentamente.
Juro que te amé y siempre lo juraré pero lo único de lo que no puedo estar segura
es porque si ya no te amo y ya no te quiero, te sigo escribiendo, te saque de
mi celular, de mi computadora, de mis manos y de mi boca, tu nombre no duele,
pero procuro no pronunciarlo por si la alergia regresa, tu presencia no me abruma,
pero tu ausencia me molesta. Me molestan todos los que están contigo y los que
no están porque aún no te conocen. Juro que te amé y hoy frente a mi conciencia
juro que ya no te extraño, pero si me lo quedo me corta, me cortas las alas,
por miedo a que me caiga, pero querido, yo vuelo con mis propias alas mientras
tu observas irme volando, extrañando la seguridad del suelo y él contigo, pero
gozando que si me caigo por lo menos supe lo que fue volar, y sin ti.
Te amé tanto que te canté todas las canciones, unas largas y
otras cortas pero todas hablaban de ti.
Yo escribo de la vida siendo vida y de nosotros siendo
tontos, pero sobre todo juro que te amé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario