lunes, 13 de mayo de 2019

Allá en La Chingada



Allá en La Chingada.


Quien dijo que el tiempo lo cura todo evidentemente nunca vivió en mi cabeza.

Se pasó muy rápido el año ¿no?, van 365 días y sí,  los voy contando.

En realidad quisiera decirte que no me has pasado por la cabeza pero pues yo no digo mentiras.

De una u otra forma te has paseado en mi mente todos los días, todos los putos días.
En ocasiones  poquito, aunque sea un pensamiento que se me sale antes de dormir, pero en su mayoría son platicas extensas cuando voy manejando sola o cuando por algún motivo hay demasiado silencio en mi día, me he planteado la idea de que estoy loca y cuando salgo a los jardines a pensar trato de esfumarte pero, deshacerse de algo que no esta ahí es una tarea bastante titánica.

Además me dejaste la ciudad impregnada de recuerdos, por desgracia para eso si tengo buena memoria: cuando paso por la central  o cuando voy en la calle Juárez, donde vivía tu ex novia, también te recuerdo cuando voy al rancho, cuando paso por el colibrí, cuando voy a Piel Canela, cuando veo mi perfume, cuando alguien dice chistes muy malos y básicamente, cuando respiro. Hace poco me encontré a tu mejor amigo y quise preguntarle por ti, pero la verdad no quería exponerme de esa manera.

No he podido dejar de pensarte ni un solo día. Literalmente.
¿Qué te fuiste mucho a la chingada?, sí. ¿Que después de eso me volví a tirar a la perdición? también.
¿Te acuerdas de todos los tropiezos que te conté?

Pues regresé a tropezar de nuevo, una y otra vez. Casi, casi les tomé lista y aunque fueron “desgracias” me pude escapar tantito de mi masoquismo crónico.

No, no me corté el cabello, ni cambie de perfume. No hice nada de eso de “cerrar ciclos”
¿Cuántas veces crees que lo he hecho? Llevo años cerrando ese ciclo. Pero resulta que justo cuando siento que mi vida cierra como un círculo perfecto metes tu narizota en este show.
Perdí la cuenta de las veces que he intentado deliberadamente sacarte de mí, di un número al azar, 1000? 324567? Millones?
Son muchísimas, cada vez que venias y me jodías un poquito yo quería sentirme diferente, quería cambiar profundamente, pero al final por más que alterara el cauce, seguía buscando caminos que me devolvieran a ser yo.

Le sigo dando vueltas a ese día, a esa platica que teníamos pendiente desde hace como mil quinientos años.

Y aun me queda una duda que me jode en las noches y a veces no me deja dormir:
¿Por qué? ¿Para qué?

No tenías a que venir, no tenías pretexto y yo siempre he sido uno muy malo para aparecerte aquí. Pero aun así viniste, a decirme cosas que yo quería escuchar, a decirme exactamente todo lo que llevaba muchísimos años esperando escuchar.

Que gran hijo de puta eres.

Te debieron dar un Óscar por esa actuación.
Aún recuerdo tus ojillos negros viéndome y contestándome después de que te intentara besar:
“No Fernanda, yo no soy ni ****, ni *****, ni *****, yo SI te quiero”

Güey, me la comí completita, en verdad, te creí bien pendejamente. Hasta pensé “en verdad no me merezco con tipo tan bueno como él” “es un hombre tan decente, tan bueno, tan trabajador, me conoce tan bien”

Le di un significado cósmico, porque exactamente el 14 de mayo había empezado mi desmadre emocional y tú llegas un día antes de cerrar ese año culero que me hizo sentir tan culpable y yo pensaba:
“Por eso me pasó todo lo malo, tenía que aprender para darme cuenta que de la única persona de quién he estado enamorada es de él”

Seamos justos, debo agradecerte porque ahí se fue la última gota de confianza en la humanidad. Y aun le sigo dando vueltas… ¿Cómo para qué?

Fue mucha la saña ¿no? Venir nada más a darme en la madre e irte así como así, en verdad debes odiarme un montón para tomarte el tiempo para lastimarme.

En verdad, ni yo iría a verte para hacerte daño, no tengo tiempo, ni ganas, ni dinero.
Así que me he puesto a fantasear con que regresas, con que te hago mucho daño, aunque sea físico, porque dudo algún día herirte como tú bien sabes.
Espero que te pares algún día en mi puerta y verte la cara, salir con un bate, con algo que duela, que no se rompa fácil, algo que pueda lastimarte.

Qué bonito.

O, también he pensado con atropellarte, en verdad y darle de reversa por si aún te mueves poquito. Así que te invito a que vengas. Cuando gustes, ni modo que no sepas donde encontrarme. Soy fácil de hallar.

Para terminar, no te deseo el mal. No uno que venga de mí, yo no iría nunca a joderte, me quiero mucho como para caer en venganzas baratas. Yo, mi amor, soy omnipresente y solo te deseo justo y precisamente, todo lo que me has dado.

Espero francamente que te despiertes en las noches pensando en mí, que te muela la culpa, que cada vez que estés solo se te aparezca mi recuerdo, sentada a tu lado, preguntándote a “¿A dónde vamos?” , espero que a quien tu más quieras no te quiera jamás, que te use y te deje aventado (otra vez), que de la nada no te hable, te deje con el viaje ese que planeaste en la puerta de la casa con maleta en mano, que te enteres por FB que anda con alguien más, porque nunca tuvo el valor de decírtelo, que todo lo bonito que me has dado se te multiplique y que por favor, por favor, te quedes allá, en la chingada. 

Porque si vuelves, puede ser que ya no regreses.
Te quiere
Fer.


lunes, 4 de febrero de 2019

Hubieras llegado a los 19.

Hubieras llegado a los 19. 


Hubieras llegado cuando tenia 19, no, no, a los 20... bueno, 22, mmmm yo creo que que hasta los 23. 
Si hubieras llegado en esos años me hubiera enamorado de ti. Estoy casi segura, hasta te hubiera creído cuando me dices que me amas, cuando me agarras la mano y dices que intentemos algo juntos. Incluso si no me hubiera enamorado de ti me hubiera convencido a mi misma que el quererte es una buena idea, que combinas con las cosas que quiero, hasta con mis amigos, que sería divertido ser más. Hubiéramos andado. Y mi mamá se hubiera enojado mucho. 
En verdad.
Le doy gracias a Dios que vienes con esas  cosas a mis 26, no porque ahora sea una mantis de sabiduría y tenga alineados los chacras (ni de pedo) No.
Es que vienes después de Voldemort que regresó a decirme que me quería y luego volvió con su ex, esa que me juro que ya no quería, vienes después de Satanás y su mitomanía y su forma tan voraz de hacerme sentir culpable por cosas que él ocasionó, vienes después de Hades que incluso con la mierda hasta el cuello andaba de cabrón con todas, vienes después que el vato pedófilo me dijera que solo quiere sexo cuando primero me dijo que me quería mucho, que era yo el cielo,el mar y la tierra o después del ese tipo que SI se preocupaba por mi y me presionó para decirle lo que sentía con todo mi corazón para poder decirme “es que no sé qué quiero” y luego desapareciera. 
Vienes después que ya ni siento nada, que dejé de andar con mamadas de buscar al “one and only” después de que ya no creo nada de lo que dicen. Nadie.
No es que no quiera quererte, es que verás, ese cuento ya me lo sé, ese donde yo digo “chinguesumadre, éster vato es decente” y luego resulta que se vio con una “Luz” cuando andaba con sus amigos. No es que yo sea una cosa sin sentimientos, es que ya me los reservo, para mi solita, me los aguanto mordiéndome los dientes cuando alguien está cerca, cuando me despiertan con un “Bonito día linda” me los aguanto como la vieja culera y desgraciada que piensan que soy. Y muy a lo Taylor Swift “ve en que me he convertido”.

Lamento que llegues a los 26, pero si hubieras llegado antes probablemente estarías enterrado con apodo de catástrofe en las hojas de mis memorias. Y ahora te ahorraré el disgusto y a mi otro demonio. 

miércoles, 2 de enero de 2019

Resoluciones 2k19 (200019 para Pablito Calhoun)


1.       Dejar de hacerme pendeja, en la vida, en el trabajo, en el amor, en todo.
2.       Comer bien, neta comer bien y no cenar fuera de mi casa 4 veces por semana.
3.       Abandonar los vicios tanto de comida, bebida, drogas, etc. Te voy a extrañar vino tinto L
4.       Escuchar nueva música y no mi playlist de 2009, ver nuevas películas, leer nuevos libros y darle un brake a GGM.
5.       Manejar sola a SLP por la libre sin temor a la muerte.
6.       Salir a caminar/correr/lo que sea, mínimo 4 veces por semana.
7.       Parar de hablarle/stalkear gente tóxica cada vez que me da un ataque de ansiedad (o que el tequila surta efecto) a las 3am.
8.       Cocinar más que quesadillas, cereal y maruchan.
9.       No volver atrás. No volver atrás con él. Nunca en tu perra vida volver a atrás y abrirle la puerta. NUNCA JAMÁS VOLVERLE A ABRIR LA PUERTA PARA QUE SE VUELVA A IR OTRA VEZ. NO ESCRIBIR DE ÉL, NO DECIR SU NOMBRE, NO IMAGINAR CASAS O HIJOS O BODAS O DISCURSOS, NO TENER CONVERSACIONES FICTICIAS CON ÉL, NO JUSTIFICAR SUS PENDEJADAS Y NUNCA, NUNCA, NUNCA, NUNCA, QUERERLO MÁS A ÉL QUE A TI. JAMÁS.
10.   Avanzar profesionalmente para poder ser independiente en lo personal.
11.   Aprender alemán que va a ser algo así como “y aunque no tengo jardín, ya compré una podadora)
12.   Re-aprender a hacer las cosas sola sin necesidad de hacer sentir mal a las personas porque no tienen tiempo para mí y comprender que es momento que yo no tenga tiempo para los demás porque esté tan ocupada haciendo las cosas sola.  
13.   Reírme mucho porque tenemos los días contados.