Hablamos de la muerte y de las flores, de los besos que no
te llevas y de las guitarras que no puedes enterrar contigo; comentamos sobre
como regresamos a la tierra y ella a nosotros, sobre como la vida es el
resultado de la muerte y no al revés.
Bebimos tequila y cantamos canciones y así como la
inspiración, llegó la muerte, sedienta, inesperada, arrancándote todo, incluso
los sueños y las ilusiones, así llego ella vestida de blanco, con sus ojos
azules y botas de charol, ofreciéndote
tus últimas palabras,y dejándote escuchar tus últimos sonidos, arrebatándote las
respiraciones y robándote los días, tomando lo que siempre fue de ella y jamás
tuyo, dejándote ir. Llego con su voz aguardentosa y su caminar pulcro, llegó
para llevarte.
Así llegó ella, llevándose todo, llevándote a ti.
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