jueves, 27 de febrero de 2020

Con H de hierba 14/31


Con H de hierba.  

Del catálogo de relaciones fallidas 

Eso pasó hace ya algunos años.
No quiero justificarme pero tomé muy malas decisiones cuando estaba enojada con el Satanás. Como por ejemplo, salir con alguien que no me gustaba para nada, con el que nos sentía ninguna conexión, que era hiperrecontra mamón y además me dio la “peor cita del mundo”.

Empecemos desde el principio.

Un día hace dos-tres años no recuerdo exactamente, conocí a alguien a través de FB, empezamos a hablar y jaja-jeje. Lo conocí en persona y la neta no me latió nada, el acababa de salir de una “relación” muy tormentosa y yo estaba en un limbo interminable con Satanás, donde no éramos nada pero yo quería casarme con él. Éramos, en pocas palabras, un conjunto de desastres. En una ocasión donde Satanás y yo habíamos tenido una pelea muy fea, decidí recurrir a él. Me invitó a ver películas a su casa, puse cara como de “ammm ¿No hay otra opción?” y él me aclaro que era cosa tranqui, que ahí estaba su familia y todo muy decente, me sentí tranquila y acepté.

Me puse unos taconcitos bonis, un blusón nuevo, me planche el cabello, me maquille muy pro. No tanto porque literal iba a conocer a su familia.

Me fui en taxi y llegué a su casa que resulto estar en un lugar que siempre me había gustado, con unos framboyanes enormes afuera, nada me daba un presagio de lo arrepentida que estaría horas más tarde.

Apenas si entré, supe que algo no estaba bien, tres perritos me recibieron, la casa era… no sé cómo decirle sin que suene culero… olía a perro, TODO OLÍA A PERRO, había pelos por todos lados, como que nadie había barrido desde que se inventaron las escobas, la verdad no quería tocar nada. Sentí como la germifobia se apoderaba de mí, HF salió en playera y short del chivas, en chanclas y yo así de “ah bueno” sentí que tal vez, solo tal vez, no debí arreglarme tanto, pero necesitaba reafirmar mi aceptación masculina porque no la tenía del tipo que sí me gustaba.

A los 5 min de haber entrado llegó su mamá, no es pedo, les juro que era la señora de los gatos de los Simpson, NO MANCHEN, si la hubiera visto en la calle pensaría que era indigente.

Me sentí una mierda de persona por juzgarla, me quité los prejuicios y dije “Fernanda, no seas culera, tú no sabes que pedo, se amable”, saludé a la señora, que entró con una charola de unicel con lo que supuse que era comida y en las manos un montón de monedas, pensé que le habían dado mucha feria en la tienda, hasta que:


HF: Puta madre, mi papá se va a enojar porque ya está jugando otra vez
Yo: *inserte cara de What?*
HF: es que tiene problemas de apuestas en las maquinitas de dinero.

Sí, la señora se había enganchado al vicio menos común que se me pudo ocurrir, las maquinitas tragamonedas.

A pesar de eso, decidí tener una actitud positiva.

Me pasó a una sala sucia donde veríamos la película, LOGAN, me acuerdo. Pinche película laaaaarga: 2 horas y 17 minutos dura, 2 pinches horas y 17 minutos!!!!!!!

Nos sentamos en un sillón de dos plazas y les juro que puse todo el espacio humanamente posible entre ambos, incluso acomodé los cojines entre ambos.

En un costado de la sala había un cuarto con dos camas, una llena de teclados, computadoras, desperdicio tecnológicos y en la  otra cama había un señor, no pude verle la cara porque la puerta estaba tapada con una sábana.

Del otro lado de la sala estaba su cuarto, no quise asomarme.
El señor del cuarto era su tío, que supuestamente arreglaba computadoras, no pregunté más, después de eso pedimos algo de comer a Rikardo’s. 

Empezó la película y le di gracias a Dios que no tuviéramos que hablar más.
No creo recordar un momento en mi vida en el que me hubiera sentido tan incómoda, entre la suciedad, el tío, los perros, el tipo sentado a mi lado que estiraba el brazo constantemente como para abrazarme, con su short del chivas, que además se creía la gran caca, era el típico bato que cree que todos son unos pendejos y él es un chingón, que si alguien no está de acuerdo con él, entonces tu estas mal. Era un pendejo con todas sus letras, no trabajaba, no hacía nada de provecho, decía mentiras, se quejaba y todo lo que le pasaba culpaba a los demás.

¿Han hecho algo para “sentirse mejor” y terminan sintiéndose muchísimo peor que antes? HF es el vivo ejemplo de eso.

Nuestra comida llegó y yo como toda mujer independiente,humana y generosa a la que le entregamos nuestra existencia, saqué dinero para pagar mi comida.

Él tomó mi billete sin chistear y luego regresó con la comida.

Me dijo que si íbamos a la tienda para comprar algo de tomar así que accedí.

Fuimos por unas cocas, que “él pagó” muy atentamente, le agradecí y cuando salimos de la tienda nos encontramos con un amigo suyo (muy guapo por cierto), se saludaron y el amigo me saludo amablemente, le regresé el saludo. Desde ahí hasta la casa se la pasó REGAÑANDOME por saludar a su amigo, SE LA PASÓ HACIENDOMELA DE PEDO POR SALUDAR A SU AMIGO, me dijo que si quería que me fuera con él. Neta consideré en irme con el amigo.

Pero me convencí que mi ensalada estaba en la casa y que ni de pedo me iba a ir sin cenar.

Cuando regresamos y nos dispusimos a comer, el saca de su bolsa como $17.00 pesos (nunca se me va a olvidar) y me dice “tu feria”.

Me saque de onda, porque las cuentas no me salieron mentalmente, hasta que entendí que HF se auto-invitó la cena  y todavía me “costeó” una coca con mi propio dinero.
No me dio coraje, me dio chingos de risa, ¿Podría esto empeorar? Y pero por supuesto que empeoró.

Les juro que lo único que quería hacer era irme.  Pero la película era eterna, él se había puesto mucho más intenso al intentar abrazarme hasta que le dije que la verdad no me gustaba que me abrazaran cuando veo películas porque me desconcentran (la peor mentira que he dicho en mi vida). Le valió puritita madre e insistió. En ese momento un olor muy característico alertó.

Olía a Marihuana y le pregunté que si por ahí fumaban.

HF: No, no, es que a mi tío le gusta echarse un churrillo en las tardes aquí en el patio

El tío estaba del otro lado de la ventana, drogándose mientras nos observaba.
Ojala hubiera salido Chabelo ahí diciéndome “mucho ojo” pero no pasó.

Por fin se acabó la película, les juro que cuando recién se puso negra la pantalla, me levante del sillón, llame a un taxi y salí de la casa, sus tías estaban en el patio y decidió que era prudente presentarme, las tías preguntaron si éramos novios.

Se me salió un “NOOOOOOOOOOOOO”, desde lo más profundo de mi garganta, todos me voltearon a ver.

Ese taxi sentí que se tardó 500 años, lo esperamos a fuera de la casa, bajo el framboyán, mientras HF trataba de persuadirme de que éramos una excelente pareja. Se acercó para besarme y yo me escabullí, ya no me sentía obligada a ser amable, él me había dado por mucho la peor cita que hubiera tenido, así que fui sincera.

Yo: HF dudo muchísimo que alguna vez hubiera estado tan segura de que jamás quisiera tener nada con nadie así como estoy segura contigo.

Creo que no lo entendió, pensó que era positivo, porque sonrió, así que no quise dejar dudas al aire.

Yo: Tu amigo está muy guapo, ¿tiene novia? (porque amigos, cuando me propongo ser culera, siempre se cómo serlo). Se veía muy limpio y amable.

HF hizo jeta.

HF: Tiene un hijo.

Yo: Ha de estar muy guapo como su papá.

HF hizo jeta X2


Llegó mi taxi y de tan rápido de que me metí me di un putazo en la puerta.

El taxista se rió pero lo que me importaba era salir de ahí.

Yo: por favor ya llévame a mi casa, en Ciudad Fernández, a media cuadra de la plaza.

Algo dijo HF, no lo escuché, pude haber dejado ahí mi pierna y les juro que no hubiera vuelto por ella.

Ese día aprendí algo.
Sí alguien te da la oportunidad de dejarlo e irte con su amigo el guapo y limpio, tómala. Tal vez es una advertencia de que no vale madre. 

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