Yo ya
estaba dormida y la luz de mi celular se prendió, pensé en dejarlo ahí pero la
curiosidad me levantó… no debí verlo, me puso de mal humor.
Y ya saben
cómo me pongo de loca en las madrugadas, me quedé con el celular en la mano y
sentada en la alfombra y empecé a llorar… no era él quien me preocupaba, es que
aún después de tanto yo quería andar tapando un hoyo con pedazos de cartón. No
sé puede.
<<¿por qué no me habla?>>
Yo debí
haber sido una violadora infantil, mata ancianitos indefensos y jabonera de
judíos en mi vida pasada para andar cargando con esto.
En verdad
lo he intentado de todas las maneras posibles. Y ahora estoy a las 2:18am revisando
mis recuerdos. Hojas rayadas de los dos lados con escritos para él, para otros
para mí.
<<¿Por
qué no me quiere?>> Me pregunté otra vez.
Si mi mejor
amigo me oyera diciendo esa pregunta estaría golpeándome contra el pavimento.
Pero es justo… en serio, en verdad ese hombre no me quiere nada. Y otra lágrima
me salió de los ojos y tan bien que íbamos con lo de no llorar por nadie.
Apreté la mandíbula
y lloré más.
<<Ojalá
nunca en la vida me vuelva a enamorar>> me dije a mi misma y le recordé al destino que
me lo debía.
Que en
verdad nunca me enamorara jamás.
Y luego me viene un flashback de lo que estaba soñando antes de
que el teléfono me despertara.
¿Cómo lo haces? Es muy ridículo pero me haces muy feliz, es como si
tomaras toda mi felicidad y la estamparas en mi cara.
Él se reía
y entonces me desperté. ¡Qué poca madre!
Debí,
además, ser cazadora de animales en peligro de extinción, ser la principal enemiga
pública de la vaquita marina, traficante de órganos de recién nacidos, debí ser
de esas que pasan droga en la frontera escondida en partes de las que no haré
mención.
Algo debí haber
hecho mal para andarlo soñando después de tantas pinches noches.
Y sigo aquí
sentada, enterrada en cartas viejas, buscando algo que leer que me diga que
existe la esperanza que no lo quería tanto, que si me puedo componer… alguna
vez, que existe algún hombre bueno, alguno que no sea miedoso, uno que se
merezca así que lo quieran un chingo.
Ojalá no me
vuelva loca antes de eso, ojalá las noches no sean largas ni se me vaya a
acabar las lágrimas.
Ojalá
encuentre la carta que busco que dice algo así como que dejarlo es la mejor
decisión de mi vida. Pero no la encuentro… creo nunca se la entregué, debí
quemarla.
Junto con
mis ganas de dormir.
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