Era sábado de calor de ese que te hace escurrir las fosas poplíteas con una gota traicionera que resbala sobre tu pantorrilla.
El de los tacos y yo hemos roto relaciones. Y tengo hambre de un te amo.
Lo vi, plasmado en un mensaje ajeno: Te amo.
La envidia me invadió.
No recuerdo cuando fue la ultima vez que alguien me lo dijo. 15 años tal vez.
El problema era el remitente. No había querido que nadie lo dijera hasta que pensarlo pareció insuficiente.
“Popítlea” repetía en mi mente y resonaba “te amo” en mi hígado, bueno, lo que quedaba de él.
Quería salir acompañado de un “no digas nada. No shhhh no digas absolutamente nada. Lo arruinaríamos. Como siempre.” Pero mi mente seguía pensando si era popitlea o poplitea. Que ocupada está cuando de hacerse pendeja se trata.
Las almohadas no me están ayudando tampoco. Tienen la textura de su cabello y he perdido mi almohada favorita. No la encuentro, está escondida en algún lugar al lado de mi sueño porque ambos han desaparecido.
He pensando incesantemente en llamarle a mi terapeuta y avisarle que necesito una cita. Que escucho voces y siento personas. Que estoy a nada de convertirme en una luz a través del cielo que cuelga del universo. Pero me niego a flaquear (si, en ambas formas) y caer en la somnolienta solución a la que me guiará.
Pero me arde el pecho y mis pulmones se llenan de agua. Intento respirar por boca y soltar por nariz, fumo como si mi vida dependiera de eso (tal vez mi muerte si) y estoy cansada de pedirle respuestas a Chat TPG. Él sabe cosas pero no todas las cosas.
Mi última búsqueda decía: ¿Cómo medir cuantas mandadas a la chingada se consideran suficientes en esta vida?.
Contestó eficientemente:
La cantidad de "mandadas a la chingada" necesarias depende del contexto y de tus propios límites personales. Es importante recordar que expresar enojo o frustración de manera constructiva es más efectivo que simplemente desahogarse. Trata de encontrar maneras saludables de manejar tus emociones y resolver conflictos.
Y aquí estoy expresando mi frustración de una manera constructiva, haciéndole preguntas de las cuales ya sé la respuesta.
Una más, es una menos.
Era poplítea, por cierto.
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