viernes, 19 de julio de 2013

Tus Viernes

Para mi desgracia tengo buena memoria con lo que a ti se refiere.

Recuerdo vívidamente el primer día que te postraste ante mí, recuerdo tu sonrisa más cerrada y menos fingida, recuerdo tu nariz y su inclinación hacia la izquierda que me encantaba, recuerdo tus labios rosas y jugosos, tus ojos cautivadores, te recuerdo como un niño.

También recuerdo nuestro primero beso, y esa mordida que te sorprendió, recuerdo tus manos ansiosas que tocaban mi cintura y mis brazos que te aprisionaban. Te recuerdo bien, fascinante e inexperto.

No recuerdo cuando me dejaste de ver cómo era, no recuerdo cuando nos empezamos a alejar, ni cuando te volviste un adulto y yo una maniaca, no recuerdo cuando maduré, pero si recuerdo la sensación de sentirse fuerte, poderosa y amada, por mí y sin necesidad de que tú me amaras.

Recuerdo cuando nos fuimos, y ese sentimiento de vacío y tristeza, aunque el que más abundaba era culpa, recuerdo tus palabras y las mías, tus gestos y tus vicios, recuerdo mi favorito, tu vicio a amarme. Recuerdo las semanas posteriores y tu intento por arreglarlo, lo recuerdo y me asusta. Te recuerdo con errores y aciertos, con ventajas y desvelos, me acuerdo de ti.


Recuerdo cuando me aleje y te empecé a ver con claridad, recuerdo tu sonrisa fingida y tu nariz aun inclinada, tus labios cerrados, tus ojos pacientes y tolerantes. Recuerdo al hombre que eres y en el que te convertiste ante mis ojos sin previo aviso.  Recuerdo sentirme mujer cuando estaba ante tu presencia, recuerdo tus falsos dramas y tus artificios,si, los que yo te enseñé, recuerdo tus males y mis bienes, recuerdo el miedo y el alivio, me acuerdo de ti en viernes porque los viernes son tuyos, como yo algún día fui.

No hay comentarios:

Publicar un comentario