Cuando recoges lo que otro tiró, cuando vuelves a abrir las puertas a lo que los demás dejan ir.
Te vuelves pepenador de amor. Y por algo está en la basura.
Austria.
Cuando él se fue tiró la última hoja de su
cuaderno y por azares del destino fue a dar a la casa del su dueño original,
quien la levantó como si fuese la primera vez y comenzó a escribir sobre ella, de nuevo.
Continuó relatando una historia a la que solo
le quedaba una hoja y por más pequeña que intentara hacer su letra, esta
tendría que terminar tarde o temprano, y por fin, sería para siempre.
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