Y
yo que decía que no iba para allá, que esto ya estaba resuelto.
Gorditas de chicharrón.
Tengo una amiga que no le gustan las
gorditas de chicharrón, que se le antojan un montón y las pide y cuando las
prueba se da cuenta (se acuerda) que no le gustan.
Hay personas que son gorditas de
chicharrón y claramente en esta analogía burda y simple, yo soy mi amiga.
La memoria es demasiado selectiva y nos
borra los malos recuerdos, pero nada más refrescante que una noche mala para
acordarse.
Me sentí usada y él me dijo lo mismo.
- Es
la última vez.
- Estoy
de acuerdo.
Estábamos tan fuera de nosotros que cayó
dormido a los dos segundos y empezó a roncar. Había olvidado que roncaba tanto.
Había olvidado que era Don Egoísmo y Don “todo para él”. Me hubiera sentido
mejor estando sola ahí que con él. Le había quitado los zapatos y estaba a
medio vestir en una cama que ni era suya, ni era mía. Cuando se despertó le
pedí que se fuera, hizo una llamada y se fue.
Me dieron ganas de llorar, pero es que
siento que ni vale la pna llorar por él.
Me deje llevar por esa platica donde todo
le iba mal, donde pensé que era la versión que me gustaba de él, la
"honesta" que se abre y dice cosas como son, pensé que no nos
queríamos pero que estaba bien ser amigos.
Tampoco para eso servimos.
Siempre esta ahí esa posibilidad de que
alguno empiece con un beso y que todo lo demás caiga por una fuerza tan real
como la gravedad.
Me reí con lo de “la última vez”. A veces siento que hemos tenido tantas “últimas veces”, tantos "ya me compuse" que hasta el
dios de los ultimátums ha de estar cagado de risa ambos.
No servimos ni para ser el algo del
otro.
Es increíble como una persona te puede
hacer sentir tan chiquita, tan sin valor.
Espero que si sea la última porque la verdad
cada vez que vuelve lo odio un poquito más.
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