miércoles, 14 de febrero de 2018

En dos vidas 13/28

Se había acabado por primera vez, no recuerdo con que pretexto te marqué solo para poder tener una excusa para vernos, algo de un favor, de un encargo y me arreglé muchísimo para al final no verte. Era un día de esos de los que dicen que se va acabar el mundo, algo como un 23 de septiembre. De ahí nació esto. 


En dos vidas.

Si hoy se acaba el mundo tienes que saber que me he puesto mi vestido azul de rayas porque pensé que te vería, que me pinté los labios de rojo indeleble para poder besarte a gusto, que me vuelve loca verte con alguien, que me volví a aprender tu número de memoria y que jodido es eso, que no te puedo borrar de nada, que se me ha hecho bien fácil tomarme todo lo que no me había tomado en años, que me despierto a las 6am para ver si estás.. si estuviste. Y que ya no me duermo porque me gusta torturarme temprano, que siento que van como un millón de años que no te veo y que abrazo mi almohada con ganas de que huela a ti, que descubrí que el suéter que llevaba la última vez que te vi aún tiene tu perfume, que no lo he dicho en voz alta porque me da miedo que alguien me vaya a escuchar así de pronto… que te extraño de esa manera enferma en la que extraño a los que les digo que se vayan y no piden quedarse, que si me lleva la chingada no caerá en tu conciencia. Que ojalá se me pase en unos días o en una semana que si no se me pasa he pedido que me dejen así, que al fin y al cabo yo ya estaba loca.


Que si hoy se acaba el mundo, que no me quede con un te quiero en los labios rojos, que en otra vida nos cruzaremos y no te pediré que te vayas ni tú me dejarás ir, porque no se puede ser tan pendejo en dos vidas. 

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