Exceso de sonrisas.
¾
Ni siquiera es guapo.
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¿Entonces?
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Es demasiado serio y esta así, como me gustan…
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¿Cómo?
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Morenito y tiene esa sonrisa.
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¿Cuál?
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Su sonrisa encantadora.
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Ah…. Y te gusta …¿la mia? Él y
yo somos familia.
¾
¿Cuál de tus sonrisas?,¿la que pones cuando te cacho en una mentira,
la que pones cuando algo te da risa, la que pones cuando estas ebrio, la que
pones cuando nos quedamos viendo hasta que reventamos, la sonrisa que pones
cuando estamos de acuerdo o la que pones cuando andas coqueto?
¾
Pues no se cual, ¿tengo tantas
sonrisas?
¾
Jajajajajaja, sí y no me gusta ninguna.
Mentí descaradamente, no quería inflarle
más el ego, con el que se carga tiene y aunque al principio era divertido al
final, en las noches, ya no tenía de que reírme. Me quedaba la ansiedad.
Estaba solo yo, en ese espacio que parecía tan
grande unos días y otros sentía que mis pies tocaban las paredes, que si me movía
un poco, tiraría todo y que mi cama era así como un desierto gigante con una yo
tan pequeña que me perdería entre los granos de arena.
Me sentí triste, por un segundo lo
consideré y tomé mi celular.
<<Un
falso amor a veces es mejor que ningún amor>>
<<¡No!>> me detuve, saldría mal, para mí sería un juego
y para él (si es que era sincero) una decepción.
Así que recorrí mis contactos y quise
marcar a un número fuera de mi área, tenía miedo de que no me contestara y ese
mismo miedo que me lleva persiguiendo tantos años fue el que me hizo no
hablarle.
<<Si quisiera él me hubiera hablado>>
Podría hablarle a mis amigos… los casados.
A las 12:00am. Era mala idea también, podría hablarle a mi amiga eterna,
despertarla, pero sabía perfecto que ella lidiaba ahora mismo con sus propios
demonios.
Quedaba uno. Uno del cual si quisiera
escuchar su voz, pero… él juega sucio, no quería ahorcarme a mí misma con sus mentiras
y terminar enterándome por terceros que era yo quien estaba ahí, buscándolo,
aunque fuera para una consulta sentimental. Eso me hizo recordar que ni madres
que le marcaba.
Había más amigos, pero ninguno con el que
en realidad quisiera hablar.
Al final después de tanto amor, lo único
que me quedaba era el mío, así que me puse en pose de resignación.
Y hablé con migo, con Dios, con el universo
y terminé con migo, otra vez.
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